El consumo de bebidas alcohólicas
en las reuniones sociales es frecuente en muchos lugares del mundo, pero puede tener consecuencias sanitarias y sociales negativas relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede producir.
Además de las enfermedades crónicas que pueden contraer quienes beben grandes cantidades de alcohol a lo largo de varios años, el consumo de alcohol también se asocia a un aumento del riesgo de padecer afecciones agudas, tales como las lesiones, y en particular las provocadas por accidentes de tránsito.
Estrategias para reducir el uso nocivo del alcohol
El uso nocivo del alcohol¹ es uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad prematura y a la carga de morbilidad evitable en todo el mundo, por lo que influye sobremanera en la salud pública. Aunque los niveles de consumo, sus características y su contexto difieren según las regiones, los países y las localidades, se calcula que en 2002 el uso nocivo del alcohol causó unos 2,3 millones de muertes prematuras en el mundo (lo que equivale a un 3,7% de la mortalidad mundial) y generó un 4,4% de la carga mundial de morbilidad, aun teniendo en cuenta que un consumo bajo o moderado de alcohol tiene efectos protectores contra las tasas de morbilidad y mortalidad.
nota ¹: Con arreglo a la resolución WHA58.26, y por lo que respecta a la expresión «uso nocivo del alcohol», en el presente documento la palabra «nocivo» alude solamente a los perjuicios para la salud pública que entraña el consumo de bebidas alcohólicas, sin menoscabo de creencia religiosa o norma cultural alguna.
Estrategias y posibles elementos de política para reducir los daños ligados al alcohol
Los problemas de salud pública causados por el uso nocivo del alcohol son complejos y revisten múltiples dimensiones, con importantes diferencias entre países y regiones por lo que respecta a los niveles de consumo y los modos y contextos en que se bebe. Dependiendo de las circunstancias, cabe optar por distintas estrategias y posibles elementos de política. El trabajo debería centrarse prioritariamente en la prevención del consumo nocivo y basarse en los mejores datos científicos disponibles.
Para ser eficaces, las estrategias y los posibles elementos de política deberían abordar los niveles, las características y el contexto del consumo de alcohol mediante una combinación de medidas dirigidas tanto a la población en su conjunto como a grupos vulnerables, personas afectadas y problemas particulares, por ejemplo la asociación entre conducción de vehículos y consumo de alcohol. Las políticas o los planes de acción en la materia destinados a reducir los daños ligados al alcohol deberían tener en cuenta varios aspectos de gran importancia, tales como la solidez de los datos existentes, la sensibilidad cultural, la adaptación a las necesidades y circunstancias locales, velando por un planteamiento intersectorial, y la integración de medidas adecuadas de seguimiento y evaluación.
Sensibilización y compromiso político
- Respuesta del sector de la salud
- Trabajo comunitario para reducir el uso nocivo del alcohol.
- Políticas y medidas para combatir la conducción de vehículos bajo los efectos del alcohol.
- Disponibilidad de bebidas alcohólicas
- Políticas de precios.
- Reducción de daños.
- Reducción de las consecuencias de salud pública de la producción ilegal y artesanal de alcohol.
Perspectivas para el futuro
Es preciso formular, aplicar y reforzar mediante marcos institucionales nacionales apropiados políticas y planes de acción nacionales con objetivos y metas definidos. Los esfuerzos nacionales pueden dar mejores resultados si van acompañados de campañas regionales y mundiales de sensibilización, actividades de promoción y fortalecimiento de la capacidad. Los objetivos de salud pública deben ser primordiales a la hora de definir y consolidar respuestas apropiadas a niveles diferentes. Se requiere una acción conjunta y coordinada de diferentes organismos e interesados para promover la conciencia y el compromiso político a fin de reducir los problemas de salud pública causados por el uso nocivo del alcohol.