A la diabetes se la conoce ya desde el antiguo Egipto y la India, en aquella época la describen como una enfermedad rara, desde el último siglo comenzó a experimentar un gran crecimiento producto principalmente de cambios en el estilo de vida(alimentación y sedentarismo).
Actualmente afecta a casi 300 millones de personas en el mundo y alcanzará aproximadamente 400 millones en los próximos 10 años, es por esto que se refiere a ella como la principal enfermedad epidémica no infecciosa.
En las personas con diabetes, el páncreas, no produce insulina, la principal hormona que regula el metabolismo energético del organismo, o la produce incluso en cantidades mayores a las normales, pero ésta no cumple adecuadamente su función ya que el organismo se vuelve resistente a ella.
La principal función de la insulina es hacer que la glucosa, que es un hidrato de carbono ingerido con los alimentos, ingrese a las células donde sirve en la producción de energía para la vida. Al no ingresar a las células, se acumula en la sangre (hiperglucemia) transformándose en tóxica, originando alteraciones en diferentes tejidos y órganos a lo largo de los años sin producir síntomas.
Es una enfermedad que puede afectar a personas de cualquier edad y sexo incluso a embarazadas.
Existen principalmente dos formas de diabetes denominadas tipo 1 y tipo 2. La tipo 1 afecta a principalmente a niños y jóvenes en los que el páncreas no produce insulina por lo que deben recibirla, sin la cual pueden morir, los síntomas aparecen en forma temprana y suelen ser graves.
En la tipo 2, se afectan en general personas adultas, el 90% de los diabéticos sufren este tipo de diabetes producto de una alimentación excesiva e inadecuada, falta de actividad física y sobrepeso u obesidad. Los síntomas inicialmente no son claros o alarmantes y es por eso que suele pasar mucho tiempo, hasta que se diagnostica años después, por las complicaciones de la enfermedad.
Que síntomas pueden alertarnos?
El hambre y sed intensos como también orinar frecuentemente, la pérdida de peso sin proponérselo, sueño o cansancio permanente, visión borrosa, hormigueo o dolor en las extremidades y las infecciones urinarias o genitales deben hacer que consultemos al médico, ya que un simple análisis de sangre (glucemia) ayuda al diagnostico temprano y con el tratamiento adecuado se disminuye la progresión de la enfermedad y sus complicaciones como enfermedad coronaria, ataque cerebral, ceguera, insuficiencia renal, etc.
El chequeo médico no solo debe hacerse ante la aparición de síntomas, sino también en aquellas personas con factores de riesgo como: antecedentes familiares de diabetes (padres o hermanos), edad mayor a 45 años, obesidad, presión sanguínea elevada, niveles elevados de colesterol o triglicéridos, diabetes durante el embarazo o madres que tuvieron un bebé de mas de 4kg de peso ya que estos factores pueden predecir el desarrollo de diabetes tipo 2.
En estos casos se puede disminuir el riesgo de desarrollarla mediante cambios en la alimentación y haciendo actividad física con el objetivo de bajar de peso, disminuir los valores de presión arterial y colesterol.
En pacientes diabéticos, estas medidas (alimentación saludable y ejercicio físico habitual) forman parte esencial del tratamiento ya que sin estos cambios en el estilo de vida el tratamiento con medicamentos no alcanza el resultado esperado.
Por todo esto es que se invita a consultar y aclarar dudas y en el caso que sea necesario a recibir el tratamiento integral en nuestra institución.
Dr. Edgardo J. Azúa