Puede que los niños no escuchen cuando les dice que se laven las manos antes de las comidas pero es un mensaje que vale la pena repetir. Lavarse las manos es sin duda la mejor manera de evitar la propagación de gérmenes y de proteger a sus hijos(as) de enfermedades.
Los gérmenes del organismos como las bacterias y los virus – pueden ser transmitidos de muchas maneras diferentes, especialmente al tocar manos sucias o cambiar pañales sucios. Otras maneras de progapar gérmenes incluyen: A través de agua o comida contaminada, de gotitas expulsadas durante la tos o un estornudo, de superficies contaminadas, de los flujos corporales de una persona enferma.
Si los niños recogen gérmenes de una de estas fuentes de propagación, pueden infectarse sin darse cuenta simplemente al frotarse los ojos, la nariz o la boca. Y una vez que han sido infectados, generalmente es sólo cuestión de tiempo antes de que toda la familia se contagie y contraiga la misma enfermedad.
Lavarse las manos adecuadamente es su primera línea de defensa frente a la propagación de muchas enfermedades – no solamente el resfriado común. Las enfermedades más serias como la meningitis, bronquiolitis, influenza, hepatitis A, y la mayoría de los tipos de diarrea infecciosa pueden ser evitadas con el simple acto de lavarse las manos.
– Cómo lavarse las manos correctamente
A continuación enumeramos algunos pasos sencillos para eliminar los gérmenes de nuestras manos. Demuestre esta rutina a su hijo(a) – o mejor aún, lávese las manos junto a su hijo(a) varias veces al día para que el/ella aprenda la importancia de este hábito.
Lávese las manos con agua tibia. Asegúrese de que el agua no esté demasiado caliente para las manos de los más pequeñitos
Utilize jabón y frótese las manos vigorosamente de 10 a 15 segundos (no hace falta que utilice jabón anti-bacteriano, cualquier jabón es bueno). Asegúrese de que lava bien el área entre los dedos y debajo de las uñas donde a los gérmenes les encanta esconderse. ¡No olvide las muñecas! Enjuágese las manos y séquelas bien con una toalla limpia y seca.
– Para disminuir la propagación de los gérmenes entre los miembros de su familia
Establezca el lavado de manos con frecuencia como una regla para todos, especialmente:
= Antes de comer y cocinar
= Después de ir al baño
= Después de limpiar la casa
= Después de tocar animales, incluyendo mascotas familiares
= Después de visitar o cuidar amigos o familiares enfermos
= Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
= Después de estar afuera (jugando, haciendo jardinería, caminando al perro, etc.)
¡No subestime la importancia de lavarse las manos!
Los pocos segundos que usted permanecerá en el lavamanos con su hijo(a) podrá ahorrarle visitas a la consulta de su médico.